La ecoendoscopia rectocolónica es una técnica diagnóstica la cual permite obtener imágenes mucho más nítidas y una visualización más detallada de las distintas capas que conforman la pared del tubo digestivo
Estas imágenes se obtienen gracias a la combinación del uso de un endoscopio flexible y un aparato de ecografía.
Sus resultados suelen ser difíciles de interpretar, por ello la experiencia del médico que la realiza es muy importante.
S/S.
La preparación suele ser similar a la preparación para una gastroscopia o colonoscopia, aunque puede variar ligeramente según se trate de una ecoendoscopia alta o baja.
En el caso de una ecoendoscopia alta, se debe de mantener en ayunas de 6 horas mínimo, incluida el agua. Si es obligatorio el tomar alguna medicación, se debe hacer con una mínima cantidad de agua, y esto será comunicado al médico que realice la prueba.
Si se trata de una ecoendoscopia baja, el día previo a la prueba se deberá tomar una preparación con laxantes fuertes o enemas que limpien adecuadamente el intestino grueso.
Si se presenta alguna alteración en la coagulación de la sangre o se toma algún tipo de medicación que la altere, debe ser informado antes de hacerse la prueba, en especial si esta incluirá la realización de una punción para obtener material.
Además de esto, si el paciente es alérgico al látex, debe advertirlo antes del examen.
Esta prueba suele ser usada por el médico para detectar abscesos perianales, cáncer colorrectal, fístulas anales, incontinencia urinaria o realizar seguimiento tras cirugía de tumores rectales.
Es una técnica diagnóstica de imágenes la cual permite tomar muestras de las lesiones encontradas con el fin de detectar posibles anomalías que puedan ser indicios de cáncer o abscesos, e, incluso, aplicar el tratamiento adecuado.
Rango sujeto a evaluación de la clínica o del médico tratante.
La mejor postura para realizar la prueba y la más utilizada es con el paciente tumbado de medio lado hacia la izquierda. Luego de esto se introduce por el ano la ecoendoscopia, como en una colonoscopia convencional, llegando hasta 30 cm hacia el interior.
La prueba no es especialmente molesta y si el ano o colon no están inflamados, se tolera bien. En ocasiones, es recomendable utilizar algún tipo de sedación o anestesia.
Para que las imágenes tengan una calidad adecuada, así como para evitar infecciones en el caso de que sea necesario realizar una biopsia, y también para proteger el ecoendoscopio de posibles daños, es necesario que el colon esté lo más limpio posible.
Para esto lo óptimo es hacer una preparación de limpieza del colon como se hace para una colonoscopia, con laxantes especiales tomados por vía oral.
En casos especiales como pacientes inmóviles, muy ancianos, debilitados o con intolerancia a la preparación, la limpieza puede realizarse con enemas.